ESTUDIOS
En contacto directo desde su infancia con el medio artístico, pintó sus primeros cuadros abstractos en 1966.
Después de algunas campañas aisladas, en 1985 y 1988, se dedicó con intensidad a la pintura a partir de 1994. Su primer exposición individual vino a demostrar sus condiciones de buen pintor.
OBRA EXPUESTA
- Museo de Bellas Artes. Oviedo, Asturias.
- Estudio de Arte de Nigro en Ibiza.
EXPOSICIONES
2003 - Individual y permanente - DUNE Muebles. Oviedo.
1999 - Monográfica - Galería Libro Azul.Ibiza
1997 - Monográfica - Sala de Cultura Sa Nostra.Menorca
1997 - Individual - Sala de Cultura Sa Nostra.Ibiza
1996 - Individual - Galería MW.Madrid
1996 - Individual - Centro Cultural Galileo.Madrid
1995 - Individual - Casa de Cultura.Avilés (Asturias)
Dossier de prensa:
Nigro: Pinturas para el final de un milenio
Nacido en un medio familiar donde el arte era vocación y necesidad, la pintura ha sido desde siempre para Nigro (Oviedo, España 1919) una constante vital más.
Atento desde su juventud al devenir de las artes plásticas, será una visita al MOMA de New York en los años cincuenta, la que actúe de catalizador de una sensibilidad artística siempre a flor de piel.
La contemplación de las obras de los grandes expresionistas abstractos norteamericanos constituyó para él una auténtica revelación interior de fecundas consecuencias y, entre todos ellos, Franz Kline, con sus composiciones austeras en negros y blancos, fué el que más le impactó.
Desde entonces Nigro ha seguido esa oleada abstracta que, posteriormente, inundó Europa, realizando sus primeras experimentaciones abstractas densas de materia y emoción.
Su trayectoria, silenciada durante algunos periodos en el plano físico -mas nunca espiritual- viene a desarrollarse en los últimos seis años con un fervor milenarista, en cientos de cuadros y diversas muestras individuales y colectivas.
Tan lejos de los indomeñables gritos de color como de la gestualidad convulsa, la obra de Nigro se alinea en esa gran familia informalista europea -Soulages, Hartung, ... - que optó por la vía de una mayor contención como medio para expresar su más honda sensibilidad.
Sobre unos fondos monocromos, obtenidos mediante rápidos movimientos de rodillo, Nigro dispara una personalísima grafía de trazo ancho y poderoso, que estructura el campo pictórico en franjas dislocadas o gestos curvos.
La mayor o menor cantidad de color y presión efectuada con la brocha o el rodillo, constituye el punto de partida de un intenso diálogo sensible al matiz, al barrido y a la ensoñación.
En ocasiones se puede rastrear algún barrunto dibujístico subyaciendo bajo estas composiciones de intensa sobriedad cromática pero, en cualquier caso, de naturaleza más anímica que referencial.
Su gestualidad resulta siempre pausada, serena, contenida; ejecutada, diríase, a ritmo de pintor de paredes o de rotulista publicitario. Y es que este gesto no es sólo expresión corporal sino también espiritual, como reflejo de una serie de matrices inconscientes que enriquecen el proceso sin ahogar su naturaleza impredecible y casual. Y estos no son otros que el sentido del orden, la claridad y el equilibrio.
Y toda esta expresión de interioridad y de belleza plástica se lleva a cabo, como digo, sin gestos desmesurados, sin vehemencia ni cólera. Porque las confesiones más íntimas, las más profundas, se realizan casi siempre en voz baja y pausada.
Prof. Dr Francisco Egaña.